4.3 LEE EL CAPÍTULO

Precepto 4: Ama y ayuda a los niños

4. AMA Y AYUDA A LOS NIÑOS.

Los niños de hoy se convertirán en la civilización del mañana. Traer a un niño al mundo de hoy es casi lo mismo que echarlo a la jaula de un tigre. Los niños no pueden manejar su entorno1 y carecen de recursos verdaderos. Necesitan amor y ayuda para tener éxito.

Es un problema delicado de discutir. Hay casi tantas teorías sobre cómo educar o no educar a un niño como padres hay. Pero si uno lo hace incorrectamente puede derivarse mucho pesar y puede que uno incluso complique sus propios años posteriores. Algunos tratan de educar a sus hijos como ellos fueron educados; otros intentan justo lo contrario; muchos se aferran a la idea de que a los niños se les debe dejar simplemente crecer por sí mismos. Ninguna de estas garantiza el éxito. El último método se basa en la idea materialista2 de que el desarrollo de un niño es paralelo a la historia evolutiva3 de la especie; que de alguna manera mágica sin explicación, los “nervios” del niño “madurarán” al crecer, resultando un adulto moral4 que se comporta bien. Aunque la teoría se desmiente fácilmente —basta reparar en la numerosa población delincuente cuyos nervios, de alguna manera, no maduraron—, es una forma perezosa de educar a los niños y alcanza cierta popularidad. No tiene en cuenta el futuro de tu civilización ni de tus años de vejez.

Un niño es un poco como una pizarra en blanco. Si escribes cosas erróneas en ella, dirá cosas erróneas. Pero, a diferencia de una pizarra, un niño puede empezar a escribir él mismo: el niño tiende a escribir lo que ya se ha escrito. El problema se complica por el hecho de que, mientras la mayoría de los niños son capaces de gran decencia, unos pocos nacen dementes y, hoy en día, algunos hasta nacen drogadictos: pero casos así son muy raros.

No hace ningún bien sólo tratar de “comprar” al niño con una avalancha de juguetes y pertenencias, o agobiarlo y protegerlo: el resultado puede ser realmente horrible.

Uno tiene que decidir qué es lo que está intentando que el niño llegue a ser. Esto está modificado por varias cosas: (a) lo que el niño básicamente puede llegar a ser por su carácter y potencial inherentes; (b) lo que el niño realmente quiere llegar a ser; (c) lo que uno quiere que el niño llegue a ser; (d) los recursos disponibles. Pero recuerda que no importa adónde nos lleve todo esto, el niño no sobrevivirá bien a menos que, finalmente, adquiera confianza en sí mismo y sea muy moral. De lo contrario es probable que el producto final sea un riesgo para todos incluido el niño.

Sea cual sea el afecto que se tenga por el niño, recuerda que el niño no puede sobrevivir bien a la larga si no tiene los pies puestos en el camino hacia la supervivencia. No será accidental si el niño se tuerce: la sociedad contemporánea está hecha a medida para que el niño fracase.

Será de gran ayuda para el niño si logras que comprenda y esté de acuerdo en seguir los preceptos5 contenidos en este libro.

Lo que sí funciona es sencillamente tratar de ser amigo del niño. Es una gran verdad que un niño necesita amigos. Trata de descubrir cuál es realmente el problema del niño y, sin aplastar sus propias soluciones, trata de ayudarle a resolverlo. Obsérvalos: y esto también se aplica a los bebés. Escucha lo que los niños te cuentan sobre sus vidas. Deja que ellos ayuden; si no les dejas, se sentirán abrumados con una sensación de obligación6 que luego tienen que reprimir.

Será una ayuda enorme para el niño si logras que comprenda y esté de acuerdo con este camino a la felicidad y haces que él o ella lo siga. Eso podría tener un efecto enorme en la supervivencia del niño… y en la tuya.

De hecho, un niño no está bien sin amor. La mayoría de los niños tiene abundancia de amor con que corresponder.

El camino a la felicidad
tiene en su trayecto el amar y
ayudar a los niños desde la primera infancia
hasta el límite de la edad adulta.

  1. 1. entorno: lo que nos rodea, las cosas materiales alrededor de uno; el área en que uno vive, las cosas vivas, objetos, espacios y fuerzas con las que uno vive, ya sean próximas o muy distantes.
  2. 2. materialista: que opina que sólo existe la materia física.
  3. 3. evolutivo: relacionado con una teoría muy antigua de que todas las plantas y los animales se desarrollaron a partir de formas más simples y que las inmediaciones les fueron dando forma en lugar de ser planeados o creados.
  4. 4. moral: capaz de distinguir la conducta correcta de la incorrecta; de decidir y actuar a partir de esa
    comprensión.
  5. 5. precepto: regla o declaración que aconseja o establece un principio o principios o un curso de acción acerca de la conducta; instrucciones que se entienden como reglas o reglas de conducta.
  6. 6. obligación: condición o hecho de deberle algo a otro a cambio de cosas, favores o servicios recibidos.